Amargada -dijo ella-
mas bien saladita -apunto él-
Ella, se sentía inmune a los hombres, mas no al placer.
Él presumía de dulce y sabroso -y era mas bien saladito-.
Propuso y ella acepto. Y entre dulce y amargo crearon una complicidad tan deliciosa que el tema de los sabores no fue tocado jamás por aquel par de amantes desabridos.
Yo
02.04.07
19:09
GRACIAS
ResponderBorrarWoow
ResponderBorrar