Hoy troné.
De hecho aún estoy en ebullición. Extraño a mi padre tanto como respirar.
Aún doy vuelta a la esquina rumbo a la oficina esperando ver su auto estacionado afuera, me duele.
Hoy por la mañana tuve un inmenso ataque de ira, de demencia, de demonio.
Creo que mi niño esta mucho muy enojado, esta emberrinchado, encabronado. Siente que ya no va a poder ser. Al cremar a mi padre sintió tanto el calor que teme por su existencia propia. Teme que ya no es tiempo de ser niño.
Es tan grande su molestia, que no permite que el hombre razone, llegaron a un punto en que los gritos del niño y el llanto del hombre se homologaron en un solo tronar, un solo ruido que opaca todo atisbo de vida o sonido alrededor.
El hombre dice que pronto habrá juegos de nuevo, pronto habrá mas felicidad de la que existe hoy, el hombre esta eufórico porque hoy es su momento, hoy se necesita su presencia aquí, hoy tiene retos y metas que cumplir, hoy tiene una familia hermosa, hoy tiene madre y hermano, hoy es su turno.
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